Breve semblanza del creador del Ramírez Racing, uno de los equipos emblemáticos de NASCAR México Series y papá del icónico e internacional piloto José Luis Ramírez.
Nació el “terrible” (según sus propias palabras) 4 de noviembre de 1945 en la Ciudad de México, siendo el tercer hijo de una familia integrada por cinco hermanos, tres hombres y dos mujeres.
“Nací en la Colonia Ermita, de la capital, en el seno de una familia muy unida, con muchos valores morales y civiles, donde se aparecía la chancla y el cuerazo cuando hacía falta; cuando se faltaba a las normas y reglas. El concepto predominante era la unidad y respeto”, comentó sonriendo en su taller-oficina de la Del Valle, en Av. Universidad, que usa desde hace 45 años, después de cumplir cotidianamente con sus responsabilidades como empresario farmacéutico, que inician a las 6: 15 de la mañana, previo a un café late con deslatosada light, cuando no hay carreras de NASCAR los fines de semana.
“Estudié la primaria en la escuela Pedro María Anaya de la Portales, la secundaria en la Sec. No. 13 de la Col. Ermita y e Ingeniería Mecánica Electricista en la Universidad Nacional Autónoma de México, siendo de la generación 1964-1969”, platicó.
Comentó que su primer trabajo fue en una pailería, que se encontraba en Azcapotzalco, a donde se transportaba en tranvía y entraba a las 7 de la mañana, luego de un “viaje fantástico” por la ciudad, que le obligaba a madrugar, costumbre habitual hasta hoy día, como una “religión”.
Ante la pregunta de ¿cómo inició su gusto por el automovilismo?, respondió que cuando jóvenes vio un Corvette en una revista y se dijo: “yo voy a tener uno”; y que uno de sus compañeros de escuela exclamó, contagiando de risa a los demás: “¡estás loco!” Y que este suceso lo motivo, en vez de molestarlo.
Con el paso del tiempo concretó su sueño y su amor a los autos creció a tal grado que actualmente requiere una nave industrial para albergar a sus vehículos de colección por el rumbo de Toluca, sitio que también sirve como “cuartel” del Ramírez Racing, y punto de partida para el tráiler y vehículos que viajan a cada una de las plazas que integran NASCAR México Series.
“Todo lo que se ha conseguido se debe a la filosofía del esfuerzo, con conciencia social como empresario, la cual es una gran responsabilidad; y rompiendo límites, buscando llegar al máximo potencial en todo”, aclaró el ingeniero.
Respecto al Ramírez Racing, equipo en el cual participa toda la familia, con la premisa de disciplina y entrega, apuntó que el objetivo es ganar en las pistas de NASCAR México Series, con José Luis Ramírez Jr. como piloto, quien conduce el Mustang O8 en la categoría estelar, con el sponsor Prestoflam, principalmente.
El Ramírez Racing ganó el reconocimiento como El Mejor Equipo en NASCAR México Series en el 2012en la llamada Primera Época; estuvo presente en la primera carrera de la serie en nuestro país en el 2007 y en las inauguraciones de los autódromos el Súper Óvalo Chiapas, en el 2008, y El Dorado Speedway de Chihuahua, en el 2012, y en sus respectivas históricas carreras nocturnas.
A lo largo de 17 años, del 2007 al 2024, el equipo con su piloto ha subido a innumerables podios, consiguiendo cinco triunfos y protagonizado actuaciones espectaculares e inolvidables. Ha ganado dos ocasiones en Chiapas, dos en Puebla y una en Querétaro.
José Luis Ramírez Magaña, también ingeniero y su propio preparado del auto, se caracteriza por su profesionalismo, talento y carácter, reflejo de su educación, habiéndose iniciado a los seis años de edad en karts y llegando a ser uno de los primero pilotos mexicanos en incursionar a Estados Unidos a The National Association for Stock Car Auto Racing, Inc., donde llegó a incluso a tratar de calificar en la NASCAR Cup, con sus propios recursos, “sin ser hijo de papi”.
“Luego de participar en NASCAR West, NASCAR East y NASCAR Craftsman Trucks , buscó correr en la clase premier, la NASCAR Winston Cup, buscando primero la calificación, la cual no se dio debido a un golpe por parte de Jeff Gordon”, aclaró el ingeniero José Luis Ramírez Cueto, refiriéndose a su hijo.
“Lo metí desde niño a los karts y ello dio resultados positivos a la postre. Pero fue como reflejo de mi frustración, entre comillas, como piloto.
“En la época de Moisés y Nanán Solana, Freddy Van Beuren, Juan Carlos El Huevo Bolaños, Alonso Leal y Felipe Casuso, entre otros, inicié en la Categoría Libre con un Chevrolet 37, eso sí, súper preparado, participando también en la México-Cuernavaca, y otras clases como la Fairmont; sin embargo, no tuve los resultados deseados, pensando muy en grande, por lo que puse los pies sobre la tierra y reflejé mi amor al automovilismo de otra manera”, agregó.
“Primero quise ser piloto, pero no tenía las aptitudes pretendidas –platicó-, así que me dediqué al desarrollo de José Luis y del equipo Ramírez Racing; a la logística, a los fierros, a las estrategias, buscando un mayor rendimiento… y el triunfo siempre, por supuesto”.
«Todo se puede lograr, con la magia de la conciencia, preparación y trabajo; con disciplina, entrega y pasión…! Para ello hay que estar despiertos desde el alba!»
Reconoció que este año los resultados en NASCAR México Series “han sido los peores”, debido a situaciones ajenas a la voluntad, que no reflejan el trabajo y esfuerzo realizado, pero que siguen adelante tras los nuevos objetivos.
Para concluir esta breve nota, hay que hacer hincapié que el ingeniero José Luis Ramírez Cueto, de 79 años, es el primero en llegar a los autódromos y que incluso espera a que abran las puertas para manifestar su gran pasión por los autos… ¡y en familia!
INFORMACIÓN: PROGRAMA OFICIAL NASCAR MÉXICO
